Sulay
Tuberquia Carvajal era una joven de 19 años, tierna, muy familiar y
trabajadora, amante de la naturaleza y la música.
Así la
describe su padre Proceso Segundo Turberquia, oriundo de Tierralta, Córdoba.
A este
humilde hombre se le quiebra la voz cuando recuerda a su hija, quien escapó de
este municipio a principios de junio de este año rumbo a Bello, Antioquia, para
vivir con su tía.
La joven
quería rehacer su vida lejos de Jilber Díaz López, su expareja. Con él había
convivido tres años y tenía un hijo que hace poco cumplió cuatro.
Jilber
Díaz era celoso, violento y posesivo. Y desde que se enteró que Sulay se
iría del pueblo comenzó a planear el modo de volver a verla.
“Incluso
días antes de irse para Bello mi hija recibió un golpe en el oído y un médico
de aquí de Tierralta la estaba trabajando. Jilber siempre me la trataba
mal, le pegaba y la insultaba hasta que ella se cansó”, cuenta Proceso Segundo.
El pasado
martes 9 de octubre fue un día triste en Tierralta, un poblado a 450 kilómetros
de Medellín.
En las
horas de la tarde llegó el cuerpo sin vida de Sulay Tuberquia, asesinada en
Bello, norte del Valle de Aburrá, al parecer Jilber Díaz.
Un largo
cortejo fúnebre acompañó a la familia Tuberquia por las principales calles de
Tierralta hasta el cementerio para darle el último adiós.
El
homicidio
Los
hechos que resultaron con la muerte de la joven ocurrieron en la madrugada del
pasado lunes en el barrio París, de Bello.
Sulay
ocupaba un cuarto en la casa de su tía (hermana de su papá) desde junio de este
año y desde entonces trabajaba como empleada del servicio en una casa de
familia en Sabaneta.
“Estaba
feliz y quería rehacer una nueva vida allá. Nosotros en Tierralta le estábamos
cuidando el niño”, cuenta don Proceso Segundo.
Sin
embargo, según don Proceso Segundo de algún modo, Jilber Díaz se enteró del
paradero de su expareja y se trasladó hasta Bello.
De hecho,
se encontró con Sulay en la noche del domingo y charlaron por algunos minutos
en las afuera de la casa en el barrio París. Luego él se marchó.
Ya en las
horas de la noche, tipo 1:00 de la madrugada, el homicida se las arregló para
trepar hasta el tercer piso de la vivienda, entrar al balcón, abrir una puerta
y, con un arma blanca, atacar a Sulay en el cuello.
Según
relata Proceso Segundo, padre de la víctima, “mi hermana me contó que escuchó a
Sulay gritando, y cuando encendió la luz la vio con una herida en el cuello.
Luego Jilber se clavó el cuchillo en el pecho”.
Pocos
minutos después la policía de Bello llegó y trasladó al implicado hasta un
centro asistencial.
Sulay
Tuberquia murió en los brazos de su tía.
Ahora
Jilber Díaz, de 24 años, una vez se recupere de la herida que se infringió,
deberá responder por el delito de feminicidio.
Información Noticias Caracol
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