El primer hecho ocurrió en la localidad de Los Mártires, cuando el subintendente Alber Hernando Martínez Espinosa y los patrulleros Andrés Felipe Murcia Moreno, Edgar Julián Melgarejo Álvarez y Brayan Alí Toro González habrían llegado hasta un lavadero de carros del centro de Bogotá para capturar a una mujer que era requerida por la justicia.
La llevaron a la URI de Puente Aranda y luego a Usaquén, pero nunca la dejaron a disposición de la Fiscalía y a cambio de su libertad supuestamente le exigieron 8 millones de pesos. Ella solo les habría 4 millones y quedó en libertad.
En el segundo caso los policías del CAI de Villaluz, los subintendentes Julián Andrés Basto Murillo y Edward Javier Ramos Rincón, y los patrulleros Douglas Giovany Muñoz Jiménez y Jafeth David Avendaño Mendoza, recibieron una llamada de un hotel por el hurto un celular.
Los uniformados capturaron a una pareja presuntamente en flagrancia. Sin embargo, dicen, le exigieron 5 millones de pesos para dejarlos en libertad.
De acuerdo con la investigación, los llevaron a diferentes cajeros para hacer los retiros, pero para no ser identificados por las cámaras de seguridad, según la Fiscalía, los agentes se quitaron las chaquetas policiales y se pusieron pasamontañas.
Al parecer, cuando habían sacado 2 millones de pesos en efectivo, los dejaron en libertad.
El señalado delincuente resultó ser un funcionario de la Gobernación de Cundinamarca, que denunció el hecho.
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