Afirma que el chofer del bus en el que viajaba le pidió que se bajara porque traía la niña enferma en lugar de acercarla a un hospital.
“Es muy duro para una madre que lo que viene es a buscar mejor vida por sus hijos”, lamenta Génesis Campo, quien llegó a Colombia en busca de mejor vida, pero terminó perdiendo parte de ella.
Su destino era llegar a Barbosa, Santander, donde familiares de su esposo la esperaban. En el páramo de Berlín, en Norte de Santander, la pequeña sufrió un paro respiratorio. Dice que le pidió al conductor de un bus que la acercara a un centro de salud, pero este se negó.
"Nosotros le pedimos que nos llevara a un hospital cerca y dijo que no, que no nos podíamos bajar, (…) después nos bajó y nos dejó tirados", relató.
Pese a las dificultados, alcanzó a llevar a la niña a un hospital, "nos trasladaron a Chiquinquirá, no había especialista, después nos trasladaron al hospital de Tunja y ahí quedó hospitalizada mi bebé”. Al volver, se encontró con la trágica noticia: su bebé había muerto.
Según cifras del albergue Hogar del Espíritu Santo en Tunja, en los últimos tres meses han pasado por lo menos 600 niños.
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