Según relató la esposa de la víctima mortal, todo empezó cuando recibieron una llamada de personas interesadas en el cachorro y quienes dijeron que irían el sábado 3 de noviembre a las 3 p.m. con una niña para que ella lo viera y decidiera si le gustaba o no.
Sin embargo, horas después, en otra llamada, los interesados dijeron que la pequeña estaba con su mamá por lo que solo podrían llegar a las 6 de la tarde. Las víctimas, confiadas en hacer el negocio, aceptaron el retraso.
A la hora pactada, dos hombres, sin la niña, llegaron a la vivienda ubicada en el barrio Santa Rita, en la localidad de Puente Aranda. Ingresaron y, por prevención, la mujer decidió poner candado a la puerta de la casa.
Ya en el segundo piso, donde estaba el perro, los delincuentes sacaron armas de fuego y amenazaron a la mujer y su esposo. En la vivienda también estaba el hermano del propietario del cachorro.
"Uno de los tipos bajó corriendo y el otro nos dijo que nos tiráramos al suelo, que no gritáramos o que nos disparaba. Entonces yo le entregué el cachorro y se fue al primer piso", contó la mujer, quien añadió que su pareja bajó corriendo detrás de los ladrones mientras ella le pedía auxilio a su cuñado, quien se unió a su hermano para ir tras los asaltantes
Foto:Archivo particular.
Los delincuentes quedaron atrapados porque la puerta estaba con candado. Los hermanos llegaron hasta donde ellos estaban y en ese momento fue cuando los criminales les dispararon, asesinando a John Alexander Barón y dejando gravemente herido a su hermano, quien en este momento está en cuidados intensivos en el hospital de Kennedy.
Finalmente, los agresores salieron de la vivienda con el cachorro avaluado en unos 8 millones de pesos y huyeron en una motocicleta. Sin embargo, en su escape, olvidaron los cascos de la moto que ahora son pieza clave en las investigaciones que ya están adelantando las autoridades para dar con su paradero.
BOGOTÁ
Con información del Noctámbulo de Citytv
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