Fue el mismo esposo de la mujer el que grabó el video que muestra cómo la mujer le cortó la pata a su perra, llamada Mina, tras recibir varias quejas de los vecinos porque el animal había atacado a los pollos y patos de las otras casas.
La perra, de 3 años, pasó varios días sin recibir atención hasta que un grupo de personas la sacó del sitio y la llevó al Hospital de Animales Sasaki en Saigón, donde tuvieron que amputarle gran parte de la extremidad.
Quienes la rescataron la llevaron a un refugio donde buscaban que alguien del exterior pudiera adoptarla, pero la dueña de Mina empezó a visitar el lugar constantemente y pedía que se la devolvieran porque, afirmó, “amaba” a su mascota.
Los vecinos que se habían quejado se unieron a la petición de la agresora quien, finalmente, volvió con el animal a su casa.
El hecho, que ha causado indignación en Vietnam, hizo que un grupo de activistas empezaran a recoger firmas para que el Gobierno de ese país cree la ley Mina, con el fin de garantizar que los animales no sean sometidos a ese tipo de vejámenes y se vele por su protección.
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