El Instituto de Medicina Legal acaba de determinar que el
caso de la mujer muerta esta semana al interior de la estación de Policía de
Oporapa correspondió a un suicidio. Las señales encontradas en el cuerpo son
compatibles con ahorcamiento, concluyeron los médicos legistas.
El caso de la mujer que murió esta semana al interior de la
estación de Policía del municipio de Oporapa, en el sur del Huila, sí fue un
suicidio. Aunque al principio se especuló sobre un presunto crimen, dos
inspecciones hechas al cadáver de Viviana Chávarro Chávarro, de 31 años de
edad, determinaron que todo habría obedecido a un suicidio por ahorcamiento.
Las inspecciones fueron hechas, por separado, por dos
médicos al servicio del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Ambos
galenos revisaron minuciosamente el cuerpo inerte de la víctima y concluyeron
que carecía de signos o señales que hagan pensar que fue asesinada.
Las señales encontradas en el cuerpo de Viviana Chávarro son
compatibles con ahorcamiento, determinaron los médicos legistas, quienes
siguieron al pie de la letra los protocolos establecidos para estos casos.
Toda la atención de los galenos, por supuesto, se centró en
las lesiones que presentaba la mujer alrededor de su cuello. Los legistas, al
final, descartaron que la víctima haya sido estrangulada.
Adicionalmente, el cuerpo no presentaba ningún signo de
violencia sexual.
Así las cosas, el análisis de Medicina Legal despeja las
dudas que generó la muerte de Viviana Chávarro ocurrida en uno de los calabozos
de la estación de Policía de Oporapa.
La historia
La mujer, madre soltera de dos hijas menores de edad, había
llegado allí la noche del domingo pasado tras ser conducida por varios
uniformados en cumplimiento de un procedimiento de atención a una riña en vía
pública.
Además de la mujer, varios de sus acompañantes también
fueron conducidos a la estación de Policía. Por su condición de mujer, ella fue
separada de los hombres y recluida en otro calabozo.
La versión oficial indica que los policías debieron salir de
las instalaciones de la estación y fue en ese lapso en el que se presentó el
suicidio de la retenida. “Mientras los uniformados atendieron el nuevo
requerimiento, la mujer habría tomado los cordones de su propio calzado, para
amarrar su cuello y suspenderse del techo, acabando con su vida”, dice el
comunicado que horas después de los hechos expidió el comando del Departamento
de Policía Huila.
El comunicado despertó de inmediato suspicacias porque según
la familia de la víctima, ella tenía sandalias sin cordones y su cuerpo sin
vida no estaba suspendido del techo del calabozo sino de una reja. “Para
nosotros es imposible que una mujer cabeza de familia, madre de dos hijas, por
las cuales respondía y que nunca había tenido tendencias suicidas, se haya
quitado la vida. Era una mujer trabajadora y entregada a sus hijas”, alcanzó a
decir un allegado a la víctima.
Sin embargo, poco a poco, las pesquisas adelantadas por el
CTI de la Fiscalía, como organismo independiente, han permitido establecer que
todo se trató de un suicidio.
Los investigadores, que partieron manejando el caso como
asesinato, han analizado videos de cámaras de seguridad, han efectuado
entrevistas y recopilado pruebas que los ha llevado a concluir, como Medicina
Legal, que la autoeliminación fue el origen de la muerte de Viviana Chávarro.
Más investigaciones
En diálogo con este medio, el comandante del Departamento de
Policía Huila, el coronel Juan Carlos Restrepo, dijo que adicional a la
investigación penal adelantada por la Fiscalía, se llevan a cabo otras dos
investigaciones por la ocurrencia de estos hechos en Oporapa.
Según el oficial, la propia Policía y un juez penal militar
conducen sendas investigaciones para determinar la responsabilidad de los
uniformados que estaban de turno la noche en que se presentó el suicidio de la
mujer. “Lo que estas investigaciones tratan de establecer es si hubo o no
omisión o extralimitación de funciones por parte del personal de Policía de la
estación”, explicó el coronel Restrepo.
Dijo además que el personal acantonado en Oporapa está
impactado sicológicamente por el episodio y que la recomendación de los
psicólogos de la Policía es enviar a varios uniformados a un periodo de
vacaciones.
El coronel Restrepo hizo énfasis en que, desde el primer
momento de la ocurrencia de los hechos, fue el CTI de la Fiscalía el organismo
que asumió las investigaciones de rigor.
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