A juicio de la autoridad disciplinaria se trata de comportamientos contrarios a su actividad como servidora pública y que comprometen la responsabilidad de la funcionaria.
“Se trata de salvaguardar la moralidad pública y contrarrestar las malas prácticas en el desarrollo de los procedimientos en el ejercicio de sus funciones y frente a la comunidad” Enfatizo, el personero municipal Hernando Reyes Liscano.
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