Vileza en medio de la desgracia.
Somos conscientes de que esta es una foto de gran crudeza, pero hemos decidido publicarla en portada porque rara vez se puede captar el instante de una situación como esta, que muestra al mismo tiempo la solidaridad y la bajeza humana. Sucedió en la calle 27 con carrera 30. Un vigilante de Atenas yace en el suelo tras haber recibido cuatro disparos. Mientras un policía se esforzaba
angustiado por reanimarlo, un desconocido intentó despojarlo de su reloj, pero las voces de alerta de unas cajeras frustraron su fechoría. El vigilante, Javier Alberto Julio Peña, padre de una niña de cinco años, falleció poco después en el Hospital General de Barranquilla.
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