Una aeronave que salió de Santa Marta hacia el aeropuerto de Guaymaral, en Bogotá, se estrelló en Ubaté, Cundinamarca. En el impacto murieron tres adultos y solo un bebé, hijo de dos de los fallecidos, sobrevivió.
La familia Grandas Díaz sufrió una tragedia que llevó consigo un verdadero milagro. En la tarde del martes, Fabio Grandas y Mayerly Díaz regresaban a Bogotá desde Santa Marta en la avioneta HK 2335-G, un trayecto que también compartían con su bebé de un año y medio y su niñera, Nuris Masa. Lastimosamente todos fallecieron, pero el milagro ocurrió cuando el menor de edad fue el único que sobrevivió al siniestro.
“Algunos campesinos que realizan sus labores de ordeño a esa hora socorrieron a la única persona que quedó viva, que es un niño menor de edad, no supera los 2 años, según informaciones, y de inmediato en un vehículo particular lo llevaron al hospital”, relató Jaime Torres, alcalde del municipio.
Luego fue llevado a la Fundación Santa Fe en Bogotá, donde se encuentra estable. Según el parte médico, tiene un trauma en tórax.
Los vecinos del sector Novilleritos dijeron “que empezó a perder altura y hay un árbol con el cual chocó esta avioneta cuando estaba cayendo”, reveló Gina Herrera, directora de gestión de riesgo en Cundinamarca.
“La avioneta quedó bastante impactada, sobre todo la parte de adelante quedó bastante destruida”, agregó.
“Al único que vieron vivo en ese momento fue al niño”, dijo la funcionaria sobre el rescate que los campesinos adelantaron en la zona.
La patrulla aérea de la que hacía parte el galeno muerto, según Gina, sostuvo “que era un piloto muy experimentado, una persona que siempre apoyó en bastantes misiones médicas y en esta etapa del COVID ha sido un apoyo muy importante para todo el país”.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Fabio Grandas, Mayerli Díaz Rojas y Nuris Maza.
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