"La muerte de un recién nacido a causa de esta práctica es una gran tragedia. Este riesgo hay que descartarlo para que triunfe la alegría del bautismo", escribieron los iniciadores de una petición en línea, que este jueves ya sumaba más de 56 mil firmas.
Un bebé murió en el hospital el lunes, poco después de ser bautizado en una iglesia de Suceava (noreste). Cumpliendo con el ritual ortodoxo, el infante fue sumergido tres veces en el agua bendita a pesar de que lloraba mucho. El bebé sufrió un paro cardíaco, fue trasladado de urgencia al hospital, pero falleció unas horas después.
Pero el arzobispo Teodosia, líder del ala dura dentro de la Iglesia, afirmó que este "ritual no cambiará". "No nos dejaremos intimidar", agregó.
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