La iniciativa fue una respuesta a los recientes hechos en la que un joven fue multado por comprar una empanada a un vendedor informal y también por el grave maltrato que han recibido vendedores
al punto de que sua productos fueron destruidos rociandoles químicos .
“La empanada ahora es un símbolo por los últimos acontecimientos y la criminalización de una de las comidas típicas nacionales, por eso hicimos este acto simbólico y entregar empanadas hechas por vendedores informales a toda la Administración, organismos de control, concejales y ciudadanía presente en el Concejo de Bogotá”, explicó la concejal Xinia Navarro sobre la actividad.
Para la concejal Navarro, los vendedores informales deben reconocerse por el ingenio y creatividad para conseguir el sustento para sus familias en condiciones adversas como los horarios que deben cumplir, las condiciones atmosféricas cambiantes, un aire nocivo y otras vicisitudes que deben sortear. “Pero por el contrario lo que reciben del Estado es bolillo o los alimentos que expenden son contaminados envenenando la comida de la cual se deriva el sustento para sus familias”, se lamentó la concejal.
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