La tragedia tiene conmocionada a la capital tolimense por la forma en que esta madre, en su fatal decisión, también llevó a la muerte a su propio hijo.
Esto, también porque los actos de suicidio son cometidos, en la mayoría de los casos, de manera individual. Además, resulta extraño porque esta vez involucra la vida de un menor.
Versiones preliminares no oficiales dan cuenta de que la mujer trabajaba como vendedora por catálogo de la firma Avon.
Pese a que miembros de los organismos de emergencia y autoridades trataron de evitar el trágico desenlace, la mujer no escuchó esos ruegos ni los de su hijo y se lanzó al vacío.
Los dos cuerpos recorrieron en cuestión de unos pocos segundos los cien metros de altura (entre el borde el puente y el río sobre el que se está construyendo esa estructura), en medio de los gritos de quienes presenciaron impotentes la dantesca escena.
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