Esto luego del hundimiento que sufriĂł un tramo en la vĂa que de GarzĂłn conduce al municipio de Gigante, en el sector de Bengala. A la difĂcil situaciĂłn que padecen en el centro del Huila, se suma el paupĂ©rrimo estado de la vĂa Isnos-Paletará-Popayán.
Anunciaron que no pueden continuar acondicionando la vĂa y aseguraron que si en 15 dĂas no hay acciones por parte del Gobierno Nacional, taponarán este importante tramo que conecta al Huila con el departamento del Cauca.
Frente a la problemática de infraestructura vial que hoy tiene la regiĂłn, y que no solo genera consecuencias para el Huila, sino tambiĂ©n para otros departamentos del sur del paĂs como Cauca, Caquetá y Putumayo, los transportadores han manifestado que tomarán vĂas de hecho para que los compromisos dejen de ser promesas y se conviertan en una realidad.
Este carreteable continĂşa ocasionando daños en los vehĂculos por los enormes huecos y el lodo que se posesionĂł de la vĂa, pese a que el pasado mes de febrero, cuando se desarrollĂł la Cumbre de Gobernadores en el municipio de San AgustĂn, el presidente Iván Duque asegurĂł su respaldo econĂłmico para la terminaciĂłn de la carretera, que sirve de conexiĂłn con el pacĂfico colombiano.
SegĂşn EfraĂn Salgado, presidente de la AsociaciĂłn de Camioneros del Sur del Huila, actualmente son tres los puntos de la vĂa que los tienen afectados; el primero pertenece al sector de Pericongo, en donde el tránsito es lento por las restricciones que existen en la estancada obra. El segundo punto se encuentra en la vĂa que comunica al Huila con el Cauca, y el tercero es el reciente colapso de parte de la vĂa en el tramo GarzĂłn- Gigante.
“Los fletes continĂşan siendo los mismos pese a que debemos dar una vuelta de 128 kilĂłmetros, que implica un aumento de 250.000 pesos en combustible, sin contar el tiempo que perdemos en cada viaje, tomando las trochas que se han autorizado como vĂas alternas y que no son aptas para transporte pesado, ante los daños en el centro y sur del departamento", explicĂł.
"Lo que nos indigna con todo este panorama tan triste es que salimos de estos caminos de herradura y a los 10 kilĂłmetros con el peaje de Altamira, y por si fuera poco, unos minutos más adelante en Pericongo nos topamos con otro peaje ilegal. AhĂ nos toca pagarle a los señores ‘paleteros’ para que nos dejen pasar, o si no, allĂ amanecemos”, apuntĂł.
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