Vivía de vender flores en ese parque donde llegaban cientos de personas, antes de la cuarentena, a despedir a sus muertos.
“Él hacía arreglos florales, él vivía solito, de vez en cuando los hermanos venían a visitarlos, era raro que vinieran, tenía buena salud y no estaba enfermo ni nada”, comentó uno de sus compañeros floristas del parque Romero.
Su muerte se ha convertido en un misterio y un triste recuerdo de sus amigos, con quienes había compartido durante toda la mañana del pasado viernes. “Hasta se alcanzó a tomar unos tragos”, dijo uno de ellos.
“Él venía subiendo por acá, una chama venezolana le dijo que por qué estaba pálido, él dijo sí, sí, y se sentó en esta silla, enseguida comenzó a estirarse, se agarró el corazón y se murió en menos de tres minutos”, contó Pablo Antonio Jaimes, quien vio cómo falleció.
Según el reporte que entregó el Ministerio de Salud y tras confirmar que tenía coronavirus, este señor de 60 años también sufría de una enfermedad cardíaca y malnutrición.
“La estaba pasando mal en la cuarentena y vino ese día a ver si podía vender algo para comer”, respondió otro do sus amigos.
Ahora, lo que más temen sus amigos es que se hayan contagiado. Por eso le piden a la Gobernación de Santander y la Secretaría de Salud que les hagan la prueba.
“Claro, nosotros hablamos con él y todo, nos gustaría que vinieran acá y nos hicieran la prueba porque estamos jugando con la vida nuestra y de los demás, nos sentimos bien pero no sabemos cómo estaremos”, aseguró Édgar Escobar.
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