Una niña de 11 años de edad fue víctima de una agresión sexual por parte de un adolescente, sin embargo y pese a las pruebas en su contra, un juez no dictó ninguna medida de aseguramiento y por el contrario pese a lo sucedido, le otorgó algunos beneficios.
El abuso se presentó en el año 2017, cuando la víctima transitaba por una calle del barrio Cuarto Centenario en el sur de Neiva; de acuerdo al material probatorio en contra del agresor, el adolescente abordó a la niña, la despojó de sus prendas de vestir y la violentó sexualmente.
La afectada llegó a su vivienda, contó lo sucedido y de inmediato sus familiares colocaron en conocimiento de las autoridades la situación.
Tras varios años de espera por parte de los allegados de la menor para un fallo condenatorio, el día de ayer 29 de julio, un juez de conocimiento de Infancia y Adolescencia, reconoció que el agresor está estudiando y superó el consumo de sustancias psicoactivas, por ello lo sancionó con una amonestación y servicios sociales a la comunidad.
Así las cosas, el victimario no fue cobijado con ninguna medida de aseguramiento y a cambio de su actuar punible, fue dejado en libertad.
La sentencia no fue del agrado de la familia, pues ante lo sucedido, de acuerdo a versiones esperaban una condena ejemplar, pues el daño al parecer físico y psicológico causado a la afectada, es irreparable.
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