En una finca campestre ubicada en la vía al corregimiento de
Guacacallo, cerca al centro recreacional Arcoíris, se habría presentado el
hecho.
Al parecer la víctima conoció la mujer que trabaja como
"dama de compañía" en busca de pasar un rato a solas, pero según se
conoció, tras llegar a la vivienda y luego de unos minutos el hombre comenzó a
sentirse mal y terminó perdiendo el conocimiento, momento que fue utilizado
para que la mujer en compañía de sus cómplices desocupase la vivienda.
Solo hasta el día siguiente que el hombre despertó se
percató del hurto, y puso en conocimiento de las autoridades el caso.
Ante el hecho, se presume que se trataría de una banda
conformada por mujeres que aprovechan sus atributos para engañar a sus víctimas
y así cometer los robos
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