Una clínica de Kirguistán tuvo que tirar casi mil dosis de la
vacuna Sputnik V contra el covid-19, después que una persona desenchufara la
nevera donde estaban almacenadas para cargar su teléfono, informaron las
autoridades.
Las vacunas, ahora inservibles, formaban
parte de un lote de 20.000 dosis que Rusia entregó como ayuda humanitaria a
este país pobre de Asia Central.
La campaña de vacunación
comenzó en marzo y las inyecciones rusas son más populares que las chinas de
Sinopharm.
El incidente tuvo lugar en
abril en una clínica pública de Biskek, pero no se ha hecho público hasta esta
semana, lo que desató críticas contras las autoridades.
Según el ministro de Sanidad, Alimkadyr Beyshenaliyev, un
trabajador de mantenimiento podría haber sido el responsable del error cuando
estaba buscando un enchufe para cargar su celular.
“Si la culpa es de uno de los empleados, de la señora de la
limpieza o de otra persona, la clínica tendrá que responder económicamente”,
dijo a los periodistas.
En abril, el ministro había aparecido en televisión para
promocionar la raíz de una planta -conocida por ser altamente tóxica para los
humanos- como supuesta cura milagrosa para el covid-19, en medio de una nueva
ola de infecciones.
Incluso ingirió ante los periodistas unos sorbos del remedio, que contiene extractos de raíz de acónito, una planta de montaña que contiene toxinas mortales para el ser humano pero que se utiliza en la medicina tradicional.
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