Los
hechos se registraron en la ciudad de San Juan, Argentina y tienen conmocionada
a la comunidad de toda América Latina, ya que este caso deja evidencia a todo
el sistema judicial del continente.
Según
recogen medios de ese país, debido a su avanzada edad, el depravado estaba
pagando una condena con medida domiciliaria por violar a su hija.
Resulta
que varios parientes lo visitaban y llevaron a la niña de 8 años a su vivienda,
situación que fue aprovechada por el adulto mayor para abusar de la pequeña en
varias ocasiones.
Las
autoridades locales demostraron que el sujeto agredió sexualmente a la niña en
varias oportunidades, cada vez que su familia lo visitaba.
Según fuentes judiciales, los hechos sucedían por lo general en la sala de la casa, cuando la niña se sentaba en el sillón con él a ver televisión o a jugar con el teléfono celular.
Además de
manosearla, la obligaba a tocarlo. La víctima sostuvo que los abusos comenzaron
a producirse en el 2020 y contó que su abuelo le decía que no debía contarlo
porque era un secreto. Sin embargo, se lo comentó a su madre, quien
inmediatamente lo denunció.
El caso llegó a la Justicia sanjuanina, después de que la madre de la niña denunció a su padre en la UFI ANIVI. El abusador, que ya había sido condenado a 10 años de prisión por corromper sexualmente a su propia hija, cuando tenía entre 13 y 17 años, ahora recibió un castigo de 8 años de encierro por abusar a su pequeña nieta.
Sobre la situación judicial del depravado, medios argentinos detallaron que inicialmente había sido condenado a 10 años de prisión y ahora lo condenaron a 18 años, por lo que unificaron toda la condena en 18 años de prisión, en total.
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