El hecho se conoció a través de las redes sociales, en las que un joven quien se acercó al lugar para visitar a un ser querido fallecido, compartió las fotografías del canino, quien se encontraba al interior de la bóveda, con esta seria lesión en su parte frontal.
Fue el fuerte olor del cuerpo del 'peludito' el que llamó la atención del denunciante, identificado como Luis Gutiérrez, quien se acercó al lugar y se percató de que el animal registraba un alto estado de descomposición.
Aparte de tener el hocico con hilos, cocido de lado a lado, el can también estaba atado en sus patas y se hallaron a su lado una serie de panfletos que indicarían que, en efecto, fue objeto de un ritual hereje. Su muerte se produjo por deshidratación y hambre, al no poder zafarse.
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