Según testigos, Cristian convivía en ese local con una mujer, pero, presuntamente el joven agredía física y verbalmente a su pareja, por lo que esta huyó.
Cuando Castro se percató, comenzó a buscarla en casas de familiares cercanos, pero no la encontró. Ante esto, se alteró. Debido a su estado anímico, un pariente le cerró el local, donde también trabajaba.
Agregó una fuente judicial, que Castro sacó gasolina de su motocicleta, se encerró en el negocio y con el fin de incinerarse.
Una mujer quien se dio cuenta de sus intenciones trato de convencerlo de no hacerlo, Pero Cristian estaba cegado por la hira y no la escuchó incendiando toda la casa, terminando en cenizas. Afortunadamente al joven lo pudieron sacar para tranquilizarlo.
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