El acto exhibicionista de la pareja ocurrió en un hotel del
Centro Histórico y varios curiosos se dedicaron a grabar. Otros, en cambio,
alertaron a autoridades.
En uno de esos videos que se difundieron en redes se alcanza
a observar a una mujer y a un hombre desnudos, que se encuentran en el balcón
de un segundo piso de un hotel en Cartagena y que sostienen relaciones
sexuales. A juzgar por las imágenes, la pareja parece disfrutar de ese momento
en público, y no le importa que una gran cantidad de personas la observe desde
abajo.
Entre los curiosos, hay unos que se dedican a grabar y otros
que animan a los dos enamorados a que continúen con la exhibición vulgar.
Otros, por el contrario, critican el acto: “Si tiene hijos o
mamá, eso es una locura”. En el video se escucha el sonido de una sirena y a
una persona que advierte sobre la presencia de la Policía, y el medio local
informó que los agentes ingresaron al hotel y los multaron.
“Gracias al aviso oportuno de la comunidad, se aplicaron dos
órdenes de comparendo a dos personas que efectuaban actos sexuales o de
exhibicionismo en el balcón de un hotel”, confirmó la Policía al diario
regional.
Esta multa, de aproximados 416.000 pesos, es por infringir
el artículo 33 del Código Nacional de Policía, que en su numeral 2 literal B,
dice: Realizar actos sexuales o de exhibicionismo que generen molestia a la
comunidad.
Críticas a pareja que tuvo sexo en balcón de hotel en Cartagena
El secretario del Interior, David Múnera, dijo a El
Universal que las autoridades intensificarán los controles “teniendo en cuenta
que esta temporada del año la ciudad recibe un número importante de
visitantes”, y pidió respetar las medidas de bioseguridad y de convivencia.
El medio aseguró que los exhibicionistas son un hombre
proveniente de Bogotá y una cartagenera, y que todo ocurrió el lunes festivo en
la noche.
Una de las que opinó del caso fue la periodista Jineth Bedoya,
que dejó una frase en sus redes para la reflexión:
“Escandalizados en Cartagena por una pareja teniendo sexo
públicamente, pero ni una sola voz de protesta por la explotación sexual,
también pública, de decenas de niñas colombianas y venezolanas, en los sitios
emblemáticos de la ciudad amurallada”.
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