Diego habla 5 idiomas y tuvo una importante carrera militar, pero su adicción a las drogas durante 26 años “acabó con mi vida”. “Por favor nunca la prueben”, es una de las frases que más repite éste neoyorquino con raíces colombianas. Quien estuvo casi treinta años en la armada de los Estados Unidos y pasó a ser un habitante en condición de calle.
Trazó una importante
carrera militar, recorrió varios países, aprendió cinco idiomas, sin embargo,
su adicción a las drogas destruyó su vida. Confesó que hace más de 26 años es
adicto a la heroína, adicción que lo ha llevado a enfrentar los peores momentos
de su vida.
Manifestó que se encuentra
en Colombia hace 6 años, que llegó al país para cuidar de su madre y tratar de
recuperarse. El tiempo y la adicción le han pasado factura, padece un cáncer.
Relató en las imágenes que
ha perdido 40 kilogramos, “la diferencia es notable en la cara”, precisa.
Cuenta que su adicción a
las drogas, sobre todo la heroína ha acabado con la vida que soñó.
Ha trabajado como docente
en instituciones universitarias en Antioquia, “hablo cinco idiomas (alemán,
portugués, francés, español e inglés)”; pero por ser consumidor ha perdido
muchas oportunidades, “hablar cinco idiomas no me sirve de nada”, expresa.
“Ahora no tengo nada en la
vida, solo cuidar a mi mamá y drogarme. Porque no lo hago para ’embalarme’,
sino para no enfermarme”, cuenta.
Pues la heroína “al no
consumirla me genera una enfermedad espantosa que uno no vale nada”, haciendo
referencia al síndrome de abstinencia.
“Ahora que pasó el tiempo
me doy cuenta que me tiré la vida”, comenta triste y precisa que tiene claro
que una persona consumidora “no vale nada, por eso no la traten, no toquen
ninguna droga”, recalca.
No hay comentarios