Fuerzas especiales de los talibanes, de la conocida como
unidad 313 Badri, entraron en el aeropuerto de Kabul una hora después de que el
último avión estadounidense abandonase la zona militar del aeródromo, tomando
el control total por primera vez de la última base de Estados Unidos tras
veinte años de conflicto.
"A la medianoche de Afganistán, el último grupo de
soldados estadounidenses salió del aeropuerto de Kabul. Se completó así la
retirada de las fuerzas estadounidenses y nuestro país y los afganos lograron
su plena independencia", afirmó a Efe uno de los principales portavoces de
los talibanes, Qari Yusuf Ahmadi
Los líderes talibanes quisieron escenificar su victoria
final paseando por la pista del aeropuerto de Kabul, la misma por la que las
fuerzas occidentales han evacuado a miles de afganos en los últimos días. El
principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, clamó en una retransmisión en directo
publicada por un militante mientras caminaba por las instalaciones: "El
mundo debería haber aprendido la lección y este es el momento agradable de la
victoria". Asimismo, Mujahid dedicó unas palabras a los combatientes de la
unidad Badri, que formaban ante él y los demás líderes talibanes: "Espero
que sean muy cauteloso al tratar con la nación -dijo- Nuestra nación ha sufrido
guerras e invasiones y la gente no tiene más tolerancia", añadió. Al final
de su discurso, los talibanes gritaron: "¡Dios es el más grande!"
Posteriormente, los combatientes de élite posaron ante las
cámaras de los periodistas que documentaban su llegada al aeródromo.
"Afganistán finalmente es libre", señaló a la agencia Associated
Press Hekmatullah Wasiq, un alto funcionario talibán. “El lado militar y civil
está con nosotros y bajo control. Con suerte, anunciaremos nuestro gabinete.
Todo está en paz. Todo está a salvo", prosiguió. Kabul y la mayoría de las
principales ciudades afganas fueron testigo de masivos disparos al aire de
celebración, que se prolongaron casi una hora, después de que se confirmara la
salida de los últimos soldados estadounidenses de Afganistán.
Los intensos disparos crearon escenas de pánico entre la
población, pero Mujahid avisó en Twitter que la gente no tenía nada que temer,
que "los sonidos de los tiroteos en Kabul son disparos de celebración para
festejar la retirada de las fuerzas estadounidenses". "Los ciudadanos
no deben preocuparse, estamos tratando de controlarlo", añadió Mujahid. La
oficina de comunicación de los islamistas compartió un vídeo en el que mostraba
la llegada de los combatientes talibanes a la zona militar del aeropuerto de
Kabul, donde se podían ver algunos helicópteros estadounidenses fuera de
servicio en un gran hangar con las luces todavía encendidas.
"Se pasa una página oscura de la historia. Bajo el
liderazgo del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes), la nación
muyahid afgana triunfó victoriosa", dijo a Efe otro portavoz insurgente,
Bilal Karimi, en relación a los combatientes yihadistas.
Puesta en marcha del aeropuerto
En una entrevista con la televisión estatal afgana, Mujahid también habló sobre el reinicio de las operaciones en el aeropuerto, que sigue siendo una vía clave para aquellos que quieran salir del país. "Si somos capaces de arreglarlo todo por nuestra cuenta, entonces no necesitaremos ninguna ayuda. Si hay necesidad de ayuda técnica o logística para reparar la destrucción, entonces podríamos pedir ayuda a Qatar o Turquía", informó el portavoz sin dar detalles sobre los daños materiales.
El general de la Infantería de Marina y el jefe del Comando
Central del ejército de EE.UU., Frank McKenzie, había reportado anteriormente
que las tropas "desmilitarizaron" el sistema para que nunca se pueda
volver a usar. Pero el equipo lo mantuvieron en orden para asegurarse de que
dejaban el aeropuerto viable para futuros vuelos, una vez que comiencen de
nuevo. Además, McKenzie, detalló que el Ejército estadounidense desactivó 27
vehículos Humvees y 73 aviones que tuvieron que dejar allí para que no se
puedan volver a utilizar.
Nueva era talibán
La retirada completa de las fuerzas extranjeras de
Afganistán había sido la principal demanda de los talibanes y la condición
previa en todas las negociaciones con Estados Unidos para avanzar en el proceso
de paz y poner fin a dos décadas de conflicto. Ahora se espera que la retirada
de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN permita a los talibanes acelerar
las conversaciones para la formación de un nuevo gobierno en el país, que será
regido por la sharía o ley islámica y que han definido como
"inclusivo", representando a todos los grupos étnicos y tribus de
Afganistán.
El fin de casi veinte años de guerra, tras la ocupación del
país seguida de los atentados del 11-S de 2001 en Estados Unidos, comenzó a
fraguarse con el histórico acuerdo de febrero de 2020 en Doha, en el que la
Administración estadounidense pactó con los talibanes la retirada de las tropas
en 14 meses, a cambio de que los insurgentes cortaran sus vínculos con grupos
terroristas, en especial Al Qaeda.
La nueva Administración de EEUU retrasó unos meses la
retirada final, que vino acompañada en mayo de una fuerte ofensiva de los
talibanes que culminó el pasado 15 de agosto con la toma de Kabul, derrocando
al anterior Gobierno afgano. La victoria fue culminada ahora con la salida del
último soldado estadounidense de Afganistán.
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